El pívot de 35 años, Jason Collins, seguirá durante lo que resta de temporada defendiendo la camiseta de los Brooklyn #Nets. Como ya sabemos todos, Jason Collins pasó a la historia en su debut con el equipo de Nueva York, y sobre todo, los primeros días fue un revuelo mediático, ha supuesto miles de dólares de ganancias para la NBA, llegando a ser su camiseta, la más vendida de la NBA durante algunos días, que ha optado por usar las mismas como donación para grupos de apoyo a la homosexualidad.
#Collins ha intentado apartar los focos de su orientación sexual: "Sólo estoy intentando ser Jason Collins", pero una cosa es cierta, en palabras de Pau Gasol: "se ha convertido en un icono mundial".
A pesar de la ausencia de Brook López en la pintura por lesión, la participación de Collins desde su debut, el pasado 24 de febrero contra Los Angeles Lakers está siendo testimonial. En los ocho encuentros que ha disputado ha logrado cinco puntos, seis rebotes, dos asistencias y 6 robos en total. Pero hay que ser justos y reconocer que el trabajo de Collins en la pista, es un trabajo que no se ve, un trabajo muy sacrificado que no se refleja en las estadísitcas, mucha defensa sin balón, hacerse grande en la zona...
El jugador firma por lo que resta de temporada al haber acabado ya sus dos contratos de prueba, de 10 días cada uno, y la #NBA ya obliga a decidir si contar con el jugador, o dejarle salir al mercado de agentes libres
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