Historias Oscuras NBA | La noche que apuñalaron a Paul Pierce

Corría la noche del domingo 25 de septiembre de 2000, una noche de fiesa, que a priori se presentaba normal, a punto estuvo de cambiar la historia del baloncesto, la NBA y de los Boston Celtics tal y como la conocemos hoy en día... la vida de un joven llamado Paul Pierce, drafteado un par de años atrás, cambió para siempre...



Junto a Tony Battie, compañero en Boston, y su hermano Derrick, Paul Pierce acudía a una fiesta en el 'Buzz Club', un after con unas 300 personas. En cuanto el alero de 22 años de los Celtics llegó, todo el mundo comenzó a saludarle, pues ya era reconocido como una de las estrellas mediáticas en Boston.

Al final del local había una sala con un par de mesas de billar, Pierce, que intentaba buscar un lugar más tranquilo entre el bullicio de gente, donde estar tranquilo con sus amigos. Tened en cuenta todo el mundo le conocía y todas las miradas le buscaban, y por supuesto mujeres que deseaban conocerle. Estando ya en la salita de los billares, le dejaron solo en un momento, su compañero de equipo, Tony, fue un momento al baño y el hermano de este, Derrick, se había quedado en otro lugar del garito saludando a amigos y conocidos.

Donde los billares, a parte de un grupo de amigos echando una partida, dos chicas le miraban y sonreían, Paul no lo dudó, estaba de fiesta y soltero, por lo que se acercó a hablar con ellas. En ese momento todo empezó a torcerse... El primo de una de las chicas, un pandillero apodado "Roscoe", estaba también en la sala, era uno de esos que estaban echando una partida al billar... en ese momento se acercó con cara de pocos amigos a Paul Pierce, "¿Que te pasa negro?", al que Pierce le respondió que se tranquilizase, que solo estaban hablando. No contento con eso, con una mezcla de celos y envidia, repitió la pregunta "¿Qué que te pasa negro?", acompañando la frase de un fuerte empujón.

Sin saber muy bien como, de repente todos esos chavales habían dejado de jugar al billar y se abalanzaron contra él... A parte de diversos golpes y una botella de Champagne estampada en su cabeza, Paul Pierce recibió 11 puñaladas, repartidas por la cara, el pecho y la espalda...
"Que se joda ese negro y todas esas putas. Soy el único hombre por aquí. ¡Que se jodan esas putas y que se joda Paul Pierce!" iba gritando 'Roscoe' (William Rangland) por todo el club con las manos llenas de sangre. Más tarde se conoció que Roscoe pertenecía al grupo de Rap 'Made Men', más conocido por sus problemas legales que por su mediocre música.

Tony Battie: "Estaba en el mismo lugar, pero me encontraba en el baño. No pude ver lo que sucedió y me sentía culpable. ¡Era mi compañero de equipo!".

Los hermanos Battie le sacaron a toda prisa del club, le montaron en su coche y le llevaron corriendo al hospital... "¿voy a vivir?, ¿voy a vivir?" no paraba de repetir la misma frase en un claro estado de shock. Una vez en el hospital, antes de entrar a quirófano, miró seriamente a Battie e hizo la pregunta de la que no estaba seguro querer escuchar la respuesta: "¿Cómo está mi mano? ¿no me han hecho nada en el brazo, no?"... algunos pensaréis que es muy exagerado que una persona que se debate entre la vida y la muerte se dedique a pensar en el baloncesto, pero es que para él, el baloncesto es su vida.

La operación salió perfecta y los médicos confesaron que la chaqueta de cuero que llevaba le había salvado la vida, porque había impedido una mayor profundidad de las puñaladas. Una de ellas, por ejemplo, había quedado a centímetros del corazón: si hubierase llevado únicamente una camiseta, la historia hubiese sido completamente distinta...

Sin entrar en muchos detalles del juicio que hubo posteriormente, mencionar que William Rangland fue condenado de 7 a 10 años de prisión.

Paul Pierce: "Estas cicatrices son mis marcas ahora, y viviré con ellas para siempre".
Paul Pierce: "Somos objetivos como jugadores de baloncesto. Ahora soy más precavido con los lugares a donde voy y con quien me encuentro. La gente sabe quien eres, está celosa de tí y estas cosas suceden".
Paul Pierce: "Somos personas antes que jugadores. Esto es lo que hacemos, no lo que somos. Fuera de esas luces brillantes, de esas camisetas y de esos fans, somos padres, hermanos e hijos".

Tal era la fuerza de voluntad de Pierce, que su entrenador en aquel entonces dijo: "Recuerdo a los doctores diciendo, tras su recuperación, que Paul no podía ni siquiera poner sus manos encima de la cabeza. Ese mismo día, ya estaba lanzando a canasta". Esto sucedio un 25 de septiembre... la temporada comenzaba, como todas, a finales de octubre, pues bien, ese año, aunque parezca mentira "The Truth" jugó los 82 partidos de la temporada regular.

Paul Pierce fue la confirmación del refrán... 'LA VERDAD NUNCA MUERE'.

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