Los 76ers de la temporada 2013–14 ya pueden ser considerados, a todos los efectos, los peores 76ers de la historia de manera oficial, al menos en lo que a rachas perdedoras se refiere, ya que los Sixers anoche, alcanzaron la peor racha de su historia.
Philadelphia perdió anoche su 21º partido consecutivo. El equipo de Brett Brown cayó en Indianapolis por 99–90, alcanzando así la peor racha de derrotas de toda su historia al superar las 20 derrotas seguidas que sufrieron en la temporada 1972–73, cuando terminaron con uno de los peores récords desde que existe la NBA: 9–73.
Las 21 derrotas seguidas de los 76ers por el momento empatan la sexta peor racha de siempre y les acerca al récord negativo absoluto. El record absoluto no está tan lejos como puede parecer: 26 derrotas consecutivas que encajaron los Cleveland Cavaliers en la temporada 2010–11, le quedan 6 partidos... asique podrían superarle e incluso agrandarla aún más.
Ya ni siquiera el entrenador Brown puede ocultar que estos funestos resultados son debido a la política perdedora instaurada desde los despachos de la franquicia: “Estamos en un camino diferente ahora”, dijo Brown, “Comenzamos la temporada con un plan, y lo hemos llevado a otro nivel totalmente diferente que confirma nuestro plan tras la noche de los traspasos antes del cierre del mercado”.
Aquella noche los 76ers tiraron todo el trabajo durante la temporada, se deshicieron de tres de los jugadores más importantes del equipo en la presente campaña, a cambio de prácticamente nada, básicamente rondas de futuro: Spencer Hawes, que se fue a los Cavs y Evan Turner y Lavoy Allen, que se fueron a Indiana a cambio de Danny Granger, al que dejaron abandonar el equipo, poniendo desde ese momento, en manifiesto, que iban a hacer un 'tanking', y porque empezó bien la temporada... si no, podriamos estar hablando del peor equipo de la historia, con diferencia.
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